¿Por qué mi gato me ataca cuando lo acaricio?

Imagina esto: Estás cómodamente en el sofá, acurrucado con tu gato, acariciando su suave pelaje. De repente, sin previo aviso, ¡zas! Un mordisco juguetón o un zarpazo de la nada. ¿Te sientes traicionado? ¿Crees que tu gato te odia? Tranquilo, porque en el mundo felino, lo que a nosotros nos parece un «ataque», a menudo es una expresión de amor, juego o simplemente un pequeño malentendido.

Piensa en los gatitos. Desde que son pequeños, aprenden a cazar y a defenderse jugando. Para ellos, tus dedos moviéndose bajo una manta son la presa perfecta, y tus pies que asoman por debajo de la silla son el enemigo a emboscar. Es pura instintualidad. Si tu gato te muerde o araña durante el juego, no es maldad; es que está aplicando sus habilidades de depredador en lo que considera una divertida sesión de «caza» contigo.

También está el factor de la sobreestimulación. A veces, nuestras caricias, aunque bien intencionadas, pueden ser demasiado para ellos. Imagina que te rascan la espalda un poco más fuerte de lo que te gusta… Tu gato, sin palabras, usa un suave mordisco o un pequeño manotazo para decirte: «¡Oye, hasta aquí!». Es su forma de establecer límites de una manera que para ellos es completamente natural. La próxima vez que sientas un «ataque» de tu gato, detente un momento. Observa si sus orejas están hacia atrás, si su cola se mueve rápidamente. Quizás solo te está invitando a jugar a su manera, o pidiéndote un respiro. No es personal, es gatuno.